Apreciado siervo (a),

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Es para nosotros un placer de tener su interés en colaborar en la obra de nuestro señor Jesucristo en Honduras por medio de CARE DROPS INTERNATIONAL (CDI).

Como organización ministerial, se le provee este documento con el propósito de poder compartir nuestras creencias, objetivos, y políticas.

CDI existe con el propósito de expander el Reino de Dios por medio de nuestro servicio a la comunidad local sin  importar su religión. La herramienta principal utilizada por nuestros voluntarios es el AMOR. 

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Si no tengo amor, de nada me sirve hablar todos los idiomas del mundo, y hasta el idioma de los ángeles. 

Si no tengo amor, soy como un pedazo de metal ruidoso; ¡soy como una campana desafinada! 

Si no tengo amor, de nada me sirve hablar de parte de Dios y conocer sus planes secretos. De nada me sirve que mi confianza en Dios me haga mover montañas. 

Si no tengo amor, de nada me sirve darles a los pobres todo lo que tengo. De nada me sirve dedicarme en cuerpo y  alma a ayudar a los demás. I Corintios 13:1-3

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El amor es algo que puede ser compartido sin importar nuestro status social y económico.

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Reconocemos que hemos sido llamados a ser, entre muchas cosas, un buen ejemplo en nuestra comunidades. Confiamos que voluntarios adopten fuertemente el significado de DAR y el gozo y bendición que esto trae.

Les he enseñado que deben trabajar y ayudar a los que nada tienen. Recuerden lo que nos dijo el Señor Jesus: “Dios bendice mas al que da que al que recibe.” - Hechos 20:35

 

Como organización, CDI cuenta, en parte, con la siguiente política:

• CDI no otorga visas 

• CDI no emplea personal

• CDI no provee cartas de invitación a EE.UU.

• CDI mantiene el derecho de cancelar, en cualquier tiempo, cualquier obra ya iniciada. 

• CDI no provee financiamiento para obras fuera de plan.

• Todo asunto económico y  financiero debe ser tratado con  transparencia y honestidad. 

 

Este ministerio cuenta con un grupo de personas que creen firmemente en lo siguiente:

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La Naturaleza de Dios:

Creemos que este universo, incluido el hombre, fue creado por un Ser increado todopoderoso revelado en las Escrituras como Dios. Sus habilidades y conocimientos están más allá de la capacidad que el hombre pueda comprender plenamente. Él se revela como el amor perfecto, que encuentra su máxima expresión en la cruz, y la justicia perfecta, que encuentra su máxima expresión en el juicio final. 

Además, este Dios se manifiesta en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que, aunque iguales, manifiestan su naturaleza y misión de manera distintiva (Fil. 2: 5-6). 

 

Dios el Padre es el creador y el que envió a su Hijo y fue el autor del plan de salvación (Juan 14:28; Juan 3:16). 

El Hijo es el Verbo hecho carne, llevó a cabo el plan de redención a través de Su muerte y resurrección, y sirve como nuestro Sumo Sacerdote y Mediador (Juan 1: 1, Juan 1:18, Juan 1:14; Heb. 4: 14- 16; 1 Tim. 2: 5). 

El Espíritu Santo procede tanto del Padre como del Hijo, es eterno, y es literalmente "Dios en la tierra", revelándose a los incrédulos y creyentes (Juan 15:26; 16: 7-9; Hechos 1: 8; Romanos 5: 5; 8: 4).

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Las Escrituras

Creemos que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios, la Voluntad registrada de Dios, a través de hombres santos de la antigüedad que hablaron y escribieron  cuando fueron inspirados por el Espíritu Santo. 

El Nuevo Pacto, como se registra en el Nuevo Testamento, lo aceptamos como nuestra guía infalible en asuntos relacionados con la creencia y la conducta. (2 Tim. 3:16, 1 Tes. 2:13, 2 Pedro 1:21).

 

La Llenura Del Espíritu Santo

El llenado del Espíritu Santo es un don de Dios como lo prometió el Señor Jesucristo a todos los creyentes en esta dispensación. Se da para capacitar a los creyentes en su caminar con Dios y en su testimonio. Se da a los creyentes que piden y se entregan a este relleno. Muchas veces se acompaña con la imposición  de manos. 

Este "bautismo del Espíritu" también da como resultado la capacidad de orar en el espíritu, así como en su propio entendimiento (I Cor. 14:15) para la oración y la adoración. (Mateo 3:11; Lucas 11:13; Juan 14: 16-17; Hechos 1: 8; Hechos 2: 4; Hechos 2: 38-39; Hechos 8: 14-17; Hechos 19: 1-7; I Cor. 14: 2,4,14,15).

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SANIDAD DIVINA

Creemos que la sanidad divina está disponible para los males físicos del cuerpo humano y se realiza mediante  el poder de Dios a través de la oración de fe, la imposición de manos, la unción con aceite y otros medios. (Marcos 16:18; Santiago 5: 14,15; 1 Pedro 2:24; Mateo 8:17; Isa. 53: 4,5)

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LOS ULTIMOS DIAS Y EL RETORNO DE JESUCRISTO

Creemos que así como Jesús vino literalmente la primera vez, literalmente vendrá la segunda vez. La historia tiene un final, y Dios la terminará a su tiempo. Creemos que lo que está sucediendo con el estado de Israel, el rápido deterioro de la cultura moral, el  aumento del conocimiento y el estado de desorden en nuestro mundo son indicadores sólidos de que podríamos estar llegando al final de los últimos días. 

Nuestro Señor Jesús regresará a la tierra como Señor y Gobernante Soberano. (Hechos 1:11; 1 Tes. 4: 16,17; Dan. 12: 4; Lucas 21:24; Joel 3: 1-2; 2 Tim. 3: 1-5; 2 Pedro 3: 1-9 )

 

RESURRECCION DE LOS JUSTOS Y EL ESTADO ETERNO DE LOS JUSTIFICADOS

Creemos que aquellos que mueren "en Cristo" serán resucitados a un estado glorioso, eterno, para estar  por siempre con el Señor. Nuestro Señor Jesús regresará a la tierra como Señor y Gobernante Soberano. (I Cor. 15: 22-58; 2 Cor. 5: 1-5; Juan 14: 1-6; Apocalipsis 21, 22)

 

EL JUICIO Y EL ESTADO ETERNO DE LOS INJUSTOS

La Biblia enseña que aquellos que mueren físicamente en sus pecados sin reconciliarse con Dios a través de Jesucristo se pierden desesperadamente y eternamente en un estado de tormento eterno  consciente conocido como el lago de fuego y, por lo tanto, no tienen más oportunidades de arrepentirse. Así como el cielo se describe como eterno, así es el juicio eterno sobre los que están fuera de Cristo (Juan 3:18; 2 Tes. 1: 8-10; Heb. 9:27; Ap. 20:15)

 

Muchas gracias por su interés, estamos más que seguros que el Dios todopoderoso toma nota de sus acciones y lo coronara con justicia.

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23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

Colosenses 3:23-24